Antes  de iniciar el relato de las incidencias, diremos que esta crónica  constituye la primera de las que a partir de ahora empezaremos a incluir  de forma habitual en el nuevo Blog de carretera; lo bueno habría sido  que hubieran habido muchos más participantes, pero dadas las fechas  vacacionales ello no ha podido ser, habiendo sido tan solo un servidor  el único que ha disfrutado hoy de esta maravillosa etapa, aunque estoy  seguro de que muy pronto la vamos a repetir ya en grupo numeroso; ¿qué  podemos decir de esta salida?; por mucho que pudiéramos decir, siempre  nos quedarían palabras en el tintero; lo único que podemos hacer es  aconsejar a los "carreteros" que la hagan; seguro que no quedarán  defraudados; una cosa creo que sí ha quedado suficientemente clara con  esta salida: la bicicleta de carretera no ha de servir de complemento  para nada, ni siquiera para coger una buena forma o fondo físico  aprovechable para el BTT; la bicicleta de carretera y,  lógicamente, los  itinerarios por carretera, independientemente del peligro que sabemos  que entraña, se justifica por sí misma; la satisfacción personal que se  obtiene tras haber realizado una etapa como la de hoy, de casi 125 km.  es tan grande como la que obtenemos en los recorridos de BTT; ni más ni  menos; y eso teniendo en cuenta que hasta la fecha tan solo hemos podido  realizar todas las salidas por carretera o bien en solitario o en grupo  de 2 ó de 3 como máximo, al menos un servidor; no quiero ni pensar en  el deleite que nos producirá el día que por fin podamos reunir a un  grupo de 10 ó 12 efectivos; Miguel (ón), Jorge, José Ángel, Juan Carlos,  Villy ... ¿a qué estáis esperando?; el único inconveniente que  encontramos es que se pincha con bastante facilidad; puede que tan solo  se trate de una mala racha, pero el caso es que un servidor ha pinchado  en las dos últimas salidas; en la de hoy me he dado cuenta de que he  pinchado con una pequeña piedra que había sobre el arcén; ello se debe a  que las cubiertas de carretera no están protegidas por tacos como en  BTT, siendo en consecuencia mucho más frágiles; habrá que tener cuidado  en las próximas salidas; aparte de este pinchazo que sufrí un poco antes  de llegar a Vilafranca del Penedés, pero que pude solucionar de  inmediato, no han habido otras incidencias resaltables; incluso he  tenido tiempo de parar a tomar un Coca Cola en el bonito pueblo de  Castellet que encontramos en las orillas del Pantano de Foix, con unas  vistas espectaculares; la etapa carece de dificultad alguna; temíamos al  principio las Costas de Garraf, más que nada por desconocimiento, pero  al final nos hemos dado cuenta de que no son nada; incluso me atrevería a  decir que en un estado de forma mejor podrían subirse con el plato  grande; precisamente el tramo más bonito y espectacular, junto con el  rodeo que realizamos por el Pantano hasta salir de de Castellet, lo  constituyen las Costas de Garraf, y no solo por las impresionantes  vistas que podemos disfrutar, sino por la sensación de que la "flaca"  nos devuelve todos y cada uno de los esfuerzos que hacemos sobre ella,  por pequeños que sean; no he visto jamás nada igual; ¡gracias, flaca!; y  qué decir de las sensaciones; podríamos escribir un libro hablando solo  maravillas, pero tan solo diremos que el grado de satisfacción que se  obtiene tras realizar una etapa larga como la de hoy no tiene parangón  con nada; hay momentos en los que la "flaca" parece que va sola; ahora  casi podemos entender el follón que se lió cuando se dijo que Cancellara  llevaba un motor eléctrico en su bici; reiteramos en que hay ocasiones  en que la bicicleta de carretera parece que va sola; incluso hay veces  en las que parece como si no costara ningún esfuerzo mover grandes  desarrollos, ni siquiera cuando la carretera se empina un poco; si  alguien tenía pensado colocarle un motor eléctrico camuflado a su  "flaca", desde aquí le digo que desista; la "flaca" es tan generosa que  sabe agradecer cualquier esfuerzo que hagamos sobre su lomo, con creces;  lo único que pide a cambio es que la saquemos a pasear de vez en cuando  para que le de el aire; si puede ser haciendo un bonito recorrido como  el de hoy; lo demás viene solo, por añadidura; bueno, hay que ir  terminando, y para hacerlo solo se me ocurre decir ya una cosa más:  "flaca, te quiero".

 
Esta es la cara de satisfacción que tenía un servidor
cuando llegué a Castellet, a orillas del Pantano de Foix.
Datos técnicos:
La  etapa la hemos iniciado por el Polígono de El Pla, por cuyo lateral nos  hemos desplazado vía Sant Feliu de Llobregat y Sant Joan Despí, hasta  llegar a la carretera de Sant Boi, por donde hemos girado para  continuar, tras pasar por esta localidad, por la carretera antigua que  transcurre por Viladecans, Gavá y Castelldefels; todo ello lo hemos  realizado en un santiamén, a una media de 30 km/h, aunque sin forzar la  máquina en ningún momento; tras superar Castelldefels hemos empezado a  subir las Costas de Garraf con algún miedo inicial, que luego ha  resultado infundado, aunque principalmente por mi estado de salud y tras  haberme metido en el cuerpo como "desayuno" una cápsula de "amoxicilina  500", cosa que ya venía haciendo desde el lunes pasado; una vez  superadas las costas (¡qué lástima!), poniendo a prueba nuestras  habilidades en la bajada, por suerte en aumento, nos hemos plantado en  Sitges, en donde nos ha costado un poco encontrar la carretera de  Vilanova debido a la deficiente señalización; incluso sin darnos cuenta  nos hemos metido brevemente en la autopista, saliendo de la misma al  cabo de unos 200 metros; ¡ojo al dato en adelante, ehh!; una vez hemos  visto ya el cartel que nos indicaba dirección Vilanova por donde  nosotros queríamos ir, y más adelante L'Arboç, lo que claramente nos  daba a entender que íbamos bien, hemos impuesto ya un buen ritmo, entre  otras cosas, porque el perfil de la carretera lo permitía; el Pantano de  Foix, nuestro precioso destino en esta ocasión, ya no estaba lejos,  aunque debíamos superar algún que otro repecho antes de llegar; ¿y qué?;  al llegar por fin al pantano no he podido dejar de comparar el estado  que hoy tenía, "fresco como una rosa", con el que teníamos los que hemos  hecho la etapa del pantano con nuestras amadas "gordas" al llegar al  propio pantano; en aquellos entonces lo único que se nos ocurría era  maldecir al _uto pantano como si fuera el mismo diablo; pero hoy no; hoy  he llegado totalmente entero; no hay punto de comparación; he  continuado por la propia carretera con dirección a L'Arboç, por las  orillas, llegando al precioso pueblecito de Castellet, en donde no he  podido evitar parar a tomar una Coca Cola en un bar que ofrecía unas  impresionantes vistas, lleno de ciclistas, casi todos ellos  "carreteros"; el itinerario ha continuado, siempre por buenas  carreteras, hasta llegar a L'Arboç, escasamente a unos 5 km de  Castellet, y aquí hemos tomado ya la carretera N-340, circulando siempre  por el arcén, bastante ancho aunque en ocasiones con alguna que otra  piedrecita; eso ha sido lo que nos ha hecho pinchar; tras arreglar el  pinchazo hemos continuado hasta llegar a Vilafranca del Penedés, y aquí  hemos dejado ya la N-340 para tomar una carretera local en muy buen  estado que dirige hasta San Sandurní d'Anoia, a donde hemos llegado sin  incidencias de ningún tipo; aquí, en San Sandurní, también nos ha  costado un poco encontrar la carretera de Gelida, aunque cuando la hemos  encontrado, sabiendo que prácticamente todo el camino que nos quedaba  ya hasta casa era muy favorable, hemos vuelto a imponer un fuerte ritmo,  llegando rápidamente a Gellida y Martorell, con la cual nos hemos  dirigido ya a casa a través de la carretera N-II vía Sant Andreu de la  Barca y Pallejá; curiosamente, y pese a haber realizado casi 125 km, en  ningún momento hemos notado un gran cansancio; ¿repetimos?; por  supuesto, ¿cuándo? ... 

 
El perfil de la etapa
Como  hemos indicado, se trata de una bonita y larga etapa, sin muchas  dificultades; su índice I.B.P. bastante alto, se debe no a las  dificultades orográficas, sino a la larga distancia, y ello a pesar de  que el ascenso total acumulado ha superado en mucho los 1.000 metros; lo  más duro, como no, serían las rampas de las Costas de Garraf, a pesar  de que se suben sin mucha dificultad, así como los kilómetros anteriores  al Pantano de Foix, casi siempre en una progresiva, aunque muy suave,  subida; también encontramos algún que otro repecho sin importancia entre  Vilafranca del Penedés y Sant Sadurní d'Anoia; insistimos en que a  pesar de su alto índice I.B.P. (95), la etapa podemos catalogarla de muy  suave.
El itinerario de la etapa
Índice I.B.P. 95 (duro)